El Príncipe Rainiero III de Mónaco el día de su sucesión al Principado.
19 de Noviembre de 1949

Sólo él fue capaz de transformar al principado de Mónaco en un lugar idílico para aristócratas y millonarios. Además, lo incluyó en las Naciones Unidas, en 1993, y en el Consejo de Europa.

Rainiero Louis Henri Maxence Bertrand de Grimaldi es hijo de Pierre Melchior, conde de Polignac, y la princesa Carlota Luisa Grimaldi. Nació el 31 de mayo de 1923 en el seno de una familia que, durante siete siglos, ha gobernado este pequeño Estado europeo.

Desde pequeño fue educado en los centros de enseñanza más distinguidos del momento, estudiando en países como Francia, Inglaterra o Suiza. En 1944, se alistó, como voluntario extranjero, al ejército francés. Posteriormente, le ascendieron a capitán y a coronel del ejército galo en 1954. De hecho, tuvo una participación muy activa durante la Segunda Guerra Mundial. Los franceses reconocieron esta labor otorgándole la Cruz de Guerra con Estrella de Bronce y la Cruz de Caballero de la Legión.

En plena segunda Guerra Mundial, su madre, la princesa Carlota, renunció a los derechos al trono. De esta manera, cuando se produce la muerte de su abuelo, el príncipe Luis II, Rainiero, con sólo 26 años, pasó a ser el príncipe de los monegascos. Su llegada al trono se produjo el 19 de noviembre de 1949, aunque fue el 12 de abril de 1950 cuando se le coronó en Montecarlo.

De cualquier forma, mucho historiadores no dudan en afirmar que, el hecho que marcó la fama internacional de Rainiero, fue su compromiso, el 6 de enero de 1956, con la actriz, hija del millonario John Nelly, Grace Nelly. Su enlace está considerado como una de las bodas más importantes del siglo XX.

Fruto de este matrimonio nacería, un año después, su primera hija, la princesa Carolina Luisa Margarita. Poco después vendría al mundo el príncipe Alberto. El clan se cierra el 14 de marzo de 1965, con el nacimiento de la princesa Estefanía María Isabel.

Sin embargo, la alegría quedaría truncada en 1982, cuando la esposa de Rainiero perdió la vida en un accidente automovilístico, al que sí logro sobrevivir su hija menor, Estefanía.

Esta dramática muerte vino a alimentar una leyenda del siglo XIX, que habla sobre una especie de maldición que persigue a los Grimaldi. Los que la cuentan aseguran que una gitana, despreciada por el príncipe Rainiero I, aseguró: 'Ningún Grimaldi encontrará la felicidad en el matrimonio'.

Con la ausencia de Grace Kelly, el príncipe sufrió una depresión que lo apartó de la vida pública. El monarca nunca se volvió a casar. Además, los medios de comunicación preferían fijarse en sus dos hijas, sus escándalos juveniles y su revoltosa vida romántica.

Ambas convirtieron a Rainiero en abuelo de siete niños, cuatro de Carolina y tres de Estefanía. Por su parte, el príncipe Alberto nunca se ha casado ni ha tenido descendencia, a pesar de ser el sucesor en el trono del principado.

En resumen, Rainiero III, monarca número treinta y uno de Mónaco, será recordado por su matrimonio con Grace Kelly, pero, sobre todo, por haber convertido el principado en uno de los más prósperos centros turísticos de la costa mediterránea.

Fuente: Yahoo.es